Habiendo tomado conocimiento -a través de la prensa- del contenido del proyecto de ley de monopolio estatal de comercialización de marihuana, quiero hacer llegar -por tu intermedio- algunas muy breves consideraciones relativas a esta iniciativa.
Ninguna de estas consideraciones apunta al fondo de la cuestión, que es sustancial, habida cuenta de los océanos de tinta ya vertidos por diversos actores políticos y sociales, fijando posiciones diversas.
Creo también importante observar dos asuntos relativos a las formas, fundamento del Estado de Derecho. En ese sentido:
1) Una vez más, la técnica legislativa es lamentable, pero esta vez no puede haber duda de que este extremo es absolutamente deliberado, dado que el texto del artículo único configura un ejemplo de "cheque en blanco" que el Poder Ejecutivo le pide al Parlamento, desde el momento en que -según el texto- "el Estado ejercerá toda la actividad material que resulte necesaria, previa, concomitante o posterior, para las actividades" relativas al objetivo propuesto, del que hablaremos en el numeral siguiente. En ningún momento se especifica cuáles son esas actividades materiales, ni se especifica qué órgano las asumirá.
2) Pero lo más grave es que nuevamente se demuestra que el superior gobierno de la República desconoce la Constitución de nuestro país. Desde el momento en que el proyecto señala que "el Estado asumirá el control y la regulación de la importación, producción, adquisición, comercialización y distribución de marihuana", se hace taxativamente aplicable el artículo 185 de la Carta Magna que establece en su primer inciso: "Los diversos servicios del dominio industrial y comercial del Estado serán administrados por Directorios o Directores Generales y tendrán el grado de descentralización que fijen la presente Constitución y las leyes que se dictaron con la conformidad de la mayoría absoluta del total de componentes de cada Cámara."
Por este motivo, el proyecto de ley referido debería contener una adjudicación de competencia a un Ente Autónomo o Servicio Descentralizado (por mayoría absoluta de componentes de cada Cámara), o en su defecto CREAR UN ENTE AUTÓNOMO O SERVICIO DESCENTRALIZADO QUE SE ENCARGUE IMPORTAR, PRODUCIR, ADQUIRIR, COMERCIALIZAR Y DISTRIBUIR LA MARIHUANA.
En este último caso, y en el supuesto de que cualquiera gestión, transacción, o acuerdo político implique la participación de la oposición en ese nuevo Ente, desde ya aviso que me peino para la foto.
Augusto Doti
augustodoti@gmail.com
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